Páginas

domingo, 7 de enero de 2024

Decir adiós es complicado, cuando 2023 lo ha sido. Pero Feliz 2024 para todos.

No es difícil decir adiós a un año, que como los coches van al taller para pasar sus revisiones, en una a las que normalmente me someto, dio paso a tener que usar el el taller (hospital) para el ser humano. Una alerta sobre un nuevo "bichito" nos puso en guardia y las pruebas, las sesiones de radioterapia y otras zarandajas complicaron un año que tampoco finalizaría en la parte buena o positiva. Pero eso es a nivel personal. Menos mal que existen personas a las que siempre tengo mucho que agradecer como son los auxiliares, enfermer@s y médicos que están pendientes de la evolución de este nuevo problemita y a los que tengo que dar las GRACIAS con mayúsculas por su profesionalidad, entrega y cariño recibido. Gracias Macarena y díselo al resto de grupos que me han tratado. 


Este problemita no ha impedido que como siempre, entre las cosas buenas del año, antes de la Navidad celebramos la comida de la gente canalla del periodismo del Motor en Málaga. Aunque no pudo desplazarse Carlos Sedano por motivos personales y al que le deseamos como al resto de compañeros un buen año para el que acabamos de estrenar. Lo mismo que a Rafael Ruiz que estaba enfermo. Que así sea; porque los resultados y análisis de 2023 no han sido muy buenos para la industria de  la automoción. Esperemos que 2024 comience su andadura con buen pié. Así lo deseamos ya que esta industria del motor tiene en sus diferentes manifestaciones mucha mano de obra y deseamos su pronta recuperación para que no solo se mantengan los puestos de trabajo sino que aumenten como signo de recuperación de este sector tan importante en nuestro país. Gracias a Gabi, Fernando, Carlos, Rafa y Alejandro por estar juntos un año más.

Cosas que están mal y no se quieren corregir en 2023
Pero también existen cosas que están muy mal planeadas y sino, fíjense. En la Avenida de la Rosaleda y en una de las farolas que alumbran en la noche destaca una cámara unida a un cable que siguiendo con la mirada llega y se introduce en el edificio que posee la Policía Municipal. Este artilugio (Cámara) que se ha colocado para vigilar el aparcamiento que tienen los agentes cuando llegan a trabajar de paisano y no tener que buscar como el resto de ciudadanos un aparcamiento en esta zona que escasean y para no tener que buscar y dar vueltas y más vueltas, engañaron en la reunión a los vecinos quedándose con la mayor parte de los aparcamientos una ocupación por parte del cuerpo policial.

El problema viene de muy antiguo y aún da mucho que pensar. Una reunión con los mandos policiales de entonces (se cumplen ya más de 23 años) donde los habitantes y vecinos fuimos miserablemente engañados. En aquella reunión nos comunicaron que por reformas en el interior del edificio policial para adecuar sitios para los coches patrulla, se tomarían prestados una serie de aparcamientos para colocar en la calle esos vehículos. Ahí estaba la trampa ya que desde entonces se acotaron entre 25 y 30 aparcamientos pero no estaban destinados a esos vehículos sino que se destinaban a los coches particulares de los agentes de la Policía Local. 


Cada temporada, desde aquellas fecha, se han ido incorporando más y y más zonas de aparcamiento que antes eran para los ciudadanos. Frente al edificio policial y en la zona del margen rio y también la calle Rodrigo a la que debemos sumar la que ocupa Protección Civil. 


El artilugio que les he comentado, la cámara que vigila el aparcamiento del margen derecho acotado solo para los coches personales de los agentes, más el vigilante que supervisa en el monitor quién aparca cuando existe un hueco libre. Es la cámara el ojo que todo lo ve, comprueba las matrículas y la que no figuran como coche particular en el listado “está sentenciado”. El agente del interior y vigilante de que no aparque nadie que no sea agente de la Policía Local llama a la Grúa Municipal, todo queda en casa, y con toda celeridad llega para prender el coche y llevarlo al Depósito. Pero para llevárselo, al conductor de la grúa le acompañan en la operación dos agentes que están pendientes de cortar el trafico o desviarlo para que la operación se realice sin problemas. Para recuperar el vehículo, el propietario deberá pagar una denuncia por aparcar en zona restringida de uso exclusivo para los vehículos particulares de de los agentes y por supuesto el esfuerzo del traslado al Depósito Municipal. Es decir, el servicio prestado por la Grúa Municipal que también debe pagarse.
Esta operación diaria da exactamente igual a qué hora se completa. Es durante todo el día o la noche las 02, 03, 04, 05 e incluso las seis de la madrugada y donde solo esta el coche que se denuncia: no estorba. Lo que fastidia es el escándalo que se monta con el pitido de la grua, las radios de los policías hablando, que para esto si salen de edificio, el ruido de las planchas metálicas al arrastrarlas bajo el vehículo denunciado, el enganche de coche a la grúa para llevárselo.

Pero me da risa e incluso pena y es que la placa que anuncia la prohibición de aparcar a los ciudadanos y turistas despistados, esta detrás de un naranjo y nadie puede verla. Defecto que no se ha modificado y pienso que debe ser por lo rentable que resulta el aparcamiento privado de los agente locales y su lado positivo de recaudación. 

Efectuando una reflexión sencilla me pregunto. Porqué con los escándalos nocturnos que suceden en este tramo, donde está el edificio de la Policía Local en la Avenida de la Rosaleda, los borrachos, las peleas, que incluso vomitan cerca de la puerta de entrada al edificio policial discutiendo o peleando. No tienen la delicadeza de salir y ver qué está pasando. Ah! ni tampoco para ver a este sujeto que pasea por el rio con los calzoncillos a la cabeza y su maleta de viaje;  pero desnudo como su madre le trajo al mundo. Les preguntamos porqué no salen, joroba un uniforme intimida a esas hora de la madrugada, pues no, no salen y nos aconsejaron que llamáramos al 091.  Así nos luce el pelo y estamos como estamos y por eso nuestro país va de culo.


En los meses de verano, tenemos el dato que la mayoría de las personas que dejan el coche en la zona acotada para los vehículos privados de los agentes son turistas con coches alquilados que no ven la señal, ya va siendo hora que alguien con algo de materia gris en la cabeza coloque esta señal en un sitio visible, que es donde debe estar y no escondida tras un bonito naranjo. !Claro¡ se tiene que recaudar. No tenemos otra explicación ni tampoco nos la han querido dar. Pero salen a la avenida para reclamar más sueldo.


Para demostrar lo que digo y aportamos unas cuantas foto que demuestran lo que he manifestado en las líneas anteriores, sobre todo donde está la placa que prohibe aparcar en este espacio que es para los coches particulares de la policía. Cuánto nos hubiera gustado que nuestra empresa, cuando trabajaba en el el periódico, nos diera una plaza para aparcar, sin tener que pagar sin miedo a que se nos llevara el coche la Grúa Municipal. Eso le hubiera costado un riñón al periódico y en este caso no se paga nada por ese espacio después de quitárselo a los ciudadanos que paganos muchos impuestos. Lo de siempre...y sin remedio.