Páginas

lunes, 8 de enero de 2018

Lo mejor en fotos de 2017 y una reflexión escrita

Pero antes todo y como buen hijo de vecino, mis más cordiales deseos para este año que empieza para todos ustedes, que como verán ya superan la barrera de las quinientas mil visitas. Gracias, muchas gracias de corazón. También a toda mi familia y amigos, que aún aguantan a este viejo cascarrabias con su capricho de aprendiz de artista. Gracias
A pesar de muchas cosas, Málaga es MÁGICA
Quizás ahora sea el tiempo de recapacitar con la tranquilidad de espíritu y permitir que la conciencia nos conceda el buen tono de sapiencia para poder o al menos intentar valorar un 2017. Un año que ha dejado mucho bueno pero también algunas cosas nada buenas, sobre todo y cada día mas en nuestro país una alarmante y peligrosa pérdida de identidad. Parecemos una copia de nada, por la gran falta de personalidad que manifestamos de múltiples maneras, al menos, en lo que puedo vivir de cerca y palpar con mis sentidos. No quiero dejarlo entrar en el corazón por el daño que me causar... Más que nada, porque nos contagia, enferma nuestra identidad y perjudica a nuestra forma tradicional de ser ibérico y mediterráneos. Es el momento donde la mediocridad todos los niveles nos invade con enfermedad maligna y sin remedio.

Sara Spínola malagueña y doctora en tauromaquia
El 2017 me dio la oportunidad de trabajar con esta gran mujer: un ser muy especial
Para nuestra propuesta de seguir trabajando con amor a mi tierra, a nuestra Málaga, 2017 me ha permitido seguir en la línea de mejora de Documentales y Cortos realizados a lo largo del año. Málaga es la “Musa” que me inspira  como enamorado a dedicarle gran parte de mi trabajo; sobre todo a su buena gente, idiosincracia, leyendas, tradiciones y realidades.
Gracias Carlos por las magníficas lentejas 
 Es fácil olvidar, pero un amor como este no se olvida es…, si me apuran aumenta a diario y es para toda la vida. Pero resulta lamentable y doloroso que la generosidad del malagueño permita determinadas lisonjas, nada buenas para seguir creciendo sin perder un ápice de identidad como individuo que forma parte de un grupo y de su grandeza. Grado que se ha ganado en las últimas décadas trabajando nuestro entorno ciudadano, provincial, cultural y medioambiental.
Gracias por tu tiempo Ana serás una genial bailarina malagueña
Ana Ramos marchó a Londres de donde termina en 2018 como una estrella de ballet
Modismos, modernismos mal entendidos y planificaciones que atentan nuestra identidad, que por otra parte debe ser protegida de aberraciones importadas que deterioran mucho la personalidad española, andaluza y por supuesto malagueña.

Lo nuestro es grande como cultura malagueña y me gusta enseñarlo.
La mediocridad y el bajo nivel de gente sin escrúpulos o falta de conocimientos abre la puerta  para sumarse a expresiones anglosajonas que mutilan nuestro verbo andaluz, tan admirado fuera de nuestro entorno geográfico. Mucha, … mucha culpa de este deterioro la tienen parte de unos medios de comunicación que si bien se declaran defensores de LO NUESTRO, a la hora de la verdad sus responsables no lo practican. La dejadez de la dirección sobre todo en TV local y medios locales es lamentable. Por poner un ejemplo, en cualquiera de las TV a nivel local donde se pase una promoción de nuestra ciudad, pueblo o entorno turístico o documentales de nuestras maravillas naturales,.. ZAS música en inglés… ¡Señor! que pecado mortal más infame, con la cantidad de buena música que tenemos en nuestro país, en nuestra comunidad o en nuestra tierra gracias al trabajo y tesón de compositores, intérpretes, cantantes, músicos en definitiva: nuestra gente. Me “cagon…”, en vez de pagar los derechos a gente de fuera por su utilización, es justo e incluso, si me apuran, una obligación buscar autores españoles o andaluces para acompañar esos trabajos en los que se muestra esta bendita tierra. 
Gracias a muchos amigos pude grabar escenas y documentales inolvidables
Se insiste tanto en este apartado en nuestras televisiones locales sobre nuestras tradiciones, leyendas y lo bueno que somos, que los propios malagueños pecan de "pasotas" ante este destrozo e invasión agenda a lo nuestro que ya no protestan por esa utilización indiscriminada de anglicismo y otras porquerías que enturbian nuestro quehacer diario. Málaga, el malagueñismo y nuestro concepto de vida, tienen otros parámetros y son cosas muy serias para tratarlas tan a la ligera. Uno nunca debe perder su identidad, recuerdo en una expedición que realicé a los campos de refugiados del Sahara en 1987, donde soy hijo adoptivo, les expuse en mi alocución de llegada que “ La Cultura, las Costumbres, las Tradiciones y las Leyendas forjan la historia de nuestros pueblos”. Cuando se pierden algunas de esas premisas, los pueblos se diluyen como el azúcar en el te hasta morir en el olvido.

Las premisas de un sigologismo pueden ser verdaderas o falsas. Esta es muy cierta
Aparte de anglicismos, mala utilización de la gramática, aunque sea la andaluza, es importantísimo si quieren llamarse periodistas su tono de voz o modulación de la misma para dirigirse a una audiencia. La locución en las TV y radios locales, si se escuchan con el corazón, se les puede perdonar, pero perjudican muy mucho a los televidentes u oyentes, porque parecen cortados todos por el mismo patrón, se arrastran las últimas sílabas, chillan y queriendo ser finos, que no filipinos, dejan mal el castellano y por supuesto el andaluz.
Solo un ejemplo para los más veteranos. Antes cuando la Selección Española de Futbol, o cualquier equipo español, Real Madrid o Barcelona , por ejemplo marcaban un gol se escuchaba a los grandes maestros en la TV o en la radio: Goooooooolllllllllllllll de fulanito o de la selección, etc gritaba con todas sus fuerzas de emoción el locutor de turno. Una sola vez. Hoy, copiado de aquel famoso locutor  argentino todos han tomado la letanía impersonal de una mala copia: Gol, Gol, Gol, Gol, Gol … Por Dios que falta de ética, que insulto al castellano o al andaluz. Estamos en España no en Argentina, lo malo siempre se pega, aunque para el país hispanoamericano sea todo mito que lo es y se reconoce su personalidad no a quienes le copian. Así no se enriquece un idioma, más bien se prostituye porque perdemos la esencia de una comunicación que comparten más de trescientos millones, por recordar un programa de TVE.


Me gusta pintar y crear en la humildad del aprendiz
Un repaso a los presentadores y locutores en el ámbito local (aunque no todos también es cierto)  y nos daremos cuenta a qué nos estamos enfrentando: una mediocridad que comienza en la dirección del medio al no pautar las normas fundamentales de a comunicación de estos equipo de trabajo y permitir que esa falta de conocimientos o responsabilidad no se corte de raíz. La audiencia merece un respeto mayúsculo; sobre si lo escuchan los más jóvenes, porque ahí justo, empieza a torcerse el árbol.
Para despedir el año es tradición la comida con Juanma Sánchez de los Ríos.
No tenemos remedio, nos falta desde pequeños una asignatura fundamental: enseñar educación y propagar la cultura de nuestro pueblo. Tras la noche de reyes escuché a un portavoz de un ayuntamiento que había estudiado decidido por ser en marcha un nuevo ciclo de actividades para los niños/as de los colegios en los que se incluirán clases de Cocina. Ahora vamos a ser todos cocineros solo miramos los programas que existen de cocina. Sin embargo, nadie se preocupa de plantear las bases para una buena convivencia ciudadana, lógicamente basada en la educación; donde parte fundamental debe centrarse en enseñar a nuestros pequeños desde su entrada en el colegio, "quienes somos y a donde queremos llegar como españoles, andaluces y malagueños". Nos damos cuenta que esa  carga de responsabilidad lleva implícita una dejadez sublime. Conocer nuestra ciudad, nuestros pueblos o sus pedanías supone conocer nuestra historia, cultura y nuestras tradiciones porque, sin duda, nos acercaría mucho más a la realidad en la que vivimos. Sin olvidar que compartimos espacios con culturas y pensamientos diferentes. Pero sin duda, esas raíces nos darán el fruto del saber quien somos y a donde vamos. La pena es darnos cuenta de en qué manos está el país, la comunidad o la responsabilidad local. La mediocridad de estos políticos en nuestra democracia nos lleva a la ruina como individuos y no digamos como sociedad. Existe un gran "lobbies" (disculpen el modismo pero es para que entiendan), donde se apuntó la política de este país que es intocable, privilegiada, sin ningún tipo de vergüenza y donde vemos como se vive en ese estatus de riqueza. En el otro, la parte más pobre y sangrante, artos de impuestos y robos a mansalva, además de un futuro incierto como país y como sociedad, esta el pueblo llano y sencillo. ¡Que pena!.  Alemania tras la desgraciada experiencia de la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencia, ha sido un ejemplo de como situarse a la cabeza de Europa y entre las naciones mejores del mundo. En la actualidad son algo más de ochenta y un millones de personas que para llegar a estar en esa posición trabajan unos 150.000 políticos; es decir, un político por cada 554 ciudadanos. Que ya me parecen muchos. En nuestro país, España, que somos algo más de cuarenta y siete millones, comen y viven a nuestra costa 445.568 políticos; que además, no tienen ninguna responsabilidad de haber llevado al país a la actual situación que tenemos. Tenemos un político por cada 106 habitantes. Que robo diario a un pueblo donde el paro es una lacra y la falta de identidad su tumba. Qué profesión más buena ser un político en España con sueldos que superar diez veces el sueldo base con todos los gastos pagados y sin ninguna responsabilidad.


Trabajos realizados a lo largo del pasado año
Gracias a todos por el tiempo que les quité, pero nuestro modo de vida, cultura, tradiciones y pueblo merecen mucho la pena; sobre todo por las generaciones venideras y de esta humilde forma puedan conocer un poco de la tierra que les vio nacer. Pero que se den cuenta de quienes nos hunden en el lodo de la pobreza un poco día a día. A Málaga mi ciudad a la que tanto amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario