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jueves, 20 de diciembre de 2018

Antonio Hurtado González: Escritor y un gran ser humano

Cuántas incógnitas levanta o deja a su paso una guerra fratricida y cuántas guerras personales ocupan el corazón de las personas por cualquier motivo; y qué injusta es la guerra por engendrar odio, rencillas. Además de ser capaz de suprimir en la razón el camino de la verdad sin ningún fundamento y dar salida a la mentira. Lo peor es que en muchas familias se pierden identidades de seres queridos que se suprimen por temor o simplemente por respeto, quedando esa laguna en el tiempo sin poder llenar ese vacío y dejándola que se pierda en el olvido.

Pero no es el caso de mi amigo Antonio Hurtado González, frutero como a él le gusta que le llamen. Su tenacidad, como persona y tesón son dignos de alabar, dentro de una familia que en tiempos pasados era remisa a contarle cosas del abuelo; sobre todo, porque quería conocer qué fue de ellos. Era un mundo en tinieblas tras el estallido de la guerra con el silencio como respuesta a cualquier pregunta a las páginas sin historia. Quizás por eso decidió llenar en plenitud esas lagunas que tanto daño suelen hacer. De ese tesón e insistencia nació una labor inquebrantable de saber qué había sucedido en la familia que tanto misterio encerraba cualquier cuestión que rodeara a la vida y actuaciones de su abuelo y su mujer e hijos. Por ello, Antonio Hurtado González decidió que sus necesidades de ser humano tenían la obligación de mostrar para la posteridad, sobre todo para su familia y nieta, las vicisitudes de un ciudadano y su familia. Trabajar para saber cómo fue la vida de Andrés González Robles “hombre de buena conducta”.

Antonio Hurtado dedica un libro a uno de los asistentes al acto. © A.Diestro
Pero como no existe nadie mejor que un amigo, después de muchos años de conocimiento y trabajo conjunto para contar sus preocupaciones de escritor. Me  refiero a Juan Manuel Rivas Padilla, quien conoce bien a este personaje malagueño digno de nuestra admiración y respeto. Él nos mostrará una faceta escondida y repleta de humildad pero con el alma y la paciencia de un gran pensador, que pone en cada renglón de sus experiencias literarias el corazón y la sabiduría de un malagueño repleto de inquietudes.
Juan M.Rivas en la presentación. © A.Diestro
Prólogo (Resumen) de Juan Manuel Rivas Padilla en la presentación del libro: 
Andrés González Robles, de buena conducta, DESAPARECIDO
“En primer lugar, gracias a todos por venir, gracias a los familiares, amigos y compañeros que hoy han querido estar aquí en la presentación de este libro Andrés Gonzalez Robles, de buena conducta: desaparecido.  Gracias también al Corte Inglés por cedernos este espacio para poder llevar a cabo esta presentación.
A mí me ha tocado la presentación de la primera obra, y espero que no la última de un escritor novel, pese a su edad, escritor novel, al igual que este presentador, un presentador novel también, así que como ninguno de los dos somos ni tan siquiera principiantes en estas lides, les pido que nos disculpen si no seguimos los cánones establecidos. Estamos en familia, pese a todos los que somos, pero me consta que estamos en familia, y a mí me ha tocado, como he dicho anteriormente, presentar este libro y a su autor. Cuando digo me ha tocado, no quiero que piensen mal, yo no estoy aquí por obligación. Para mí es un autentico placer que Antonio Hurtado, para mí, Don Antonio, haya pensado en mí para que le acompañe en este momento tan especial para él.
Y les digo que es un autentico placer porque yo he visto la evolución de este hombre al que hoy acompaño en sus últimos 8 años, y hoy estamos viendo la culminación de un sueño, la culminación de una idea, la realización como persona de un hombre. Este libro supone para su autor mucho más que esta reunión que tenemos hoy aquí o todos los ejemplares que se puedan vender de este libro. Este libro supone para el autor completar una parte de su vida, que no conocía, de la que llegó incluso a avergonzarse, pero de la que hoy se siente especialmente orgulloso, tan orgulloso como se siente de su mujer, de sus hijas y de su nieta Lola, porque todo esto, realmente lo hace por y para su nieta y para los nietos que estén por venir.
Es un tipo de principios, humilde donde los haya, pero de principios férreos. Es una persona que piensa que no tiene nada que enseñar, pero que todo lo enseña con el movimiento, porque al final, el tiempo le suele dar la razón. Por una serie de problemas vecinales nos vimos obligados a vernos mucho, a charlar mucho, a debatir sin hora. Pero, tras cinco años de trabajo duro en la mancomunidad nos encontramos con que no tenemos problemas que solucionar, que todo estaba arreglado y ese día, su discurso conmigo, cambia, pasando del plano profesional al plano personal y es entonces, cuando me muestra, no sin vergüenza, una serie de inquietudes personales. Habíamos hablado tanto de trabajo que ese día no sabía muy bien qué estaba pasando, porque D. Antonio me estaba pidiendo a mí consejo. Y me cuenta que a él le encanta escribir, pero que no quería decirlo porque él, como siempre se define, es frutero, y a mucha honra, pero frutero y que le da vergüenza decir que quiere escribir.
No se puede describir mejor una amistad Juanma. Gracias. © A.Diestro
También noto, como siempre, que las ganas de aprender le llevan a subir escalones d dos en dos. Ha pasado de no saber utilizar Word hace tres años, a hablar hoy de lo que supone un enmaquetador o un corrector de estilo, eso sí, siempre con su libretilla en el bolsillo de la camisa, siempre apuntando nuevas ideas, siempre escribiendo versos libres.
Y resulta que un día me dice que quiere escribir un libro sobre su abuelo que desapareció durante la guerra y que quiere saber la historia de su abuelo y que va a llegar al final. Y yo me lo creo, porque ya lo conozco, y como les he dicho antes, yo le animo.

Fruto de esa valentía, fruto de esas ganas de aprender, de esas ganas de saber, un dia me dice que tiene toda la información necesaria para completar el libro
Sobre la forma del libro, discutimos mucho, hablamos mucho, siempre, desde el desconocimiento a lo que nos enfrentábamos. Pero él como siempre, da un paso más, y lleva el boceto del libro a una editorial y me dice que quiere que se lo publiquen, y que le cueste lo que le cueste quiere que se sepa, que su abuelo, un tipo catalogado por el régimen como una persona de buena conducta, era un hombre bueno a pesar de que lo condenaron. Como les he dicho antes, consecuencia de esa cabezonería, sana cabezonería, hoy estamos presentando este libro.

Pero si nos centramos en el libro que es ya la parte que toca, les diré una cosa. Este libro no trata de viejas rencillas tan de moda precisamente en estos días. No, no va de eso. Este libro es solo la curiosidad de un nieto sobre la vida de su abuelo y que ésta se transmita para sus futuras generaciones. Solo eso, no busquen otra cosa, no hay revanchas, no hay buenos ni malos, solo se ponen sobre la mesa una serie de acontecimientos que ocurrieron en Málaga entre el 36 y el 44, y que le tocó vivir como a otras muchas personas a D. Andrés González Robles, abuelo del autor.

D. Andrés Gonzáles Robles, fue sentenciado a la pena de reclusión perpetua, solo conmutable por 30 años de reclusión mayor. Obviamente fue despojado de todas sus propiedades y su familiar, mujer e hijos tuvieron que salir huyendo de su casa una noche cualquiera. Esto que yo les cuento ha pasado en Malaga, y esto es un hecho objetivo, estas si son pruebas irrefutables.

Yo no les voy a aburrir con un breve excursus sobre mucho de los principios básicos que rigen nuestro ordenamiento jurídico actual y que entonces no se contemplaron. Yo, no les voy a hablar de la presunción de inocencia, principio básico de derecho penal y que en el caso concreto de D. Andrés Gonzalez Robles se eliminó de un plumazo. Yo no les voy a decir cuántos derechos fundamentales y hoy absolutamente inviolables se violaron es este momento. No, yo no les voy a decir nada de eso, para eso, lean ustedes el libro y juzguen ustedes mismos. 

Yo solo les digo que este libro va de sentimientos, de búsqueda de la verdad. De paz, de tranquilidad, de sosiego y de calma. La calma y la paz que espero haya encontrado el autor y su familia al poder decir que su abuelo, pese a estar condenado para pasar luego a estar desaparecido, era una buena persona.

Dicho esto, le paso la palabra a quien hoy es el verdadero protagonista de este encuentro y para el que pido, con el fin de tranquilizarlo un fuerte aplauso.

Muchas gracias”
"A su familia". © A.Diestro
El aplauso general de la sala (A) Ambiente Cultural de El Corte Inglés puesta en pié puso al autor con un nudo en la garganta en su intervención.  Parco en palabras, muy raro en Antonio,  pero lleno de sencillez, emotividad y agradecimiento a todos los que posibilitaron la confección de este libro: Ediciones El Genal, Memoria Histórica Colección Mar Blanca y El Corte Inglés. Pero su corazón mostró de nuevo su gran humanidad de abuelo feliz más que nada al ver a su nieta gesticulando y cómo le llamaba con la candidez de su edad ¡“abueloooo”!. Ahí sacó el pañuelo mostrando esa enorme bondad que le ha llevado a reflexionar de muchas formas y contarlo en sus trabajos literarios.
Gracias Maestro
Como las emociones eran tan fuertes, me solicitó que por el embargo de sentimientos no pudo leer un texto dedicado a su abuelo, que dice así:

“A mi entrañable abuelo
que sin haber disfrutado 
del cariño de los suyos
por su prematura muerte,
dejo huella en sus seres queridos”

El resplandor navega hacia un paraíso de llanuras
en flores encarnadas.
El anochecer se aclara con luna llena.
La rociada caída se disipa
en los albores de las mañanas.
En su canto, las aves resuenan alarmadas.
Los fusiles truenan, el ser calla,
en los campos bañados en sangre y lágrimas,
donde los hombres pisotean los brotes de nata clara.
¡Andrés! ¿Dónde vas?
¿No te despides de tus familiares?
Los veré pasado el prado de adormideras.
Mi luz se difumina en el horizonte del futuro.
Parto pero no me ausento
de los sentimientos del alma.

Destacar el esfuerzo extraordinario que Antonio Hurtado desarrolla desde el punto en que se juró saber la verdad de su abuelo. Para finalizar dio las gracias a la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga, y al Juzgado Togado de Málaga que tras la correspondiente solicitud le entregaron el expediente de su abuelo. La reconstrucción de la vida de Andrés González Robles nos la muestra su nieto en este libro donde queda clara la injusticia de los jueces ante un hombre bueno en la historia de Macharaviaya y que vivió en sus tierras de labor en un lagar de Cajiz. Alguien lo denunció y fue condenado a cadena perpetua en una fantochada de juicio sin el menor rasgo de veracidad.
Antonio Hurtado González, frutero y escritor. © A.Diestro
Cuentos, historias y leyendas a las que he tenido el honor y la fortuna de compartir con el autor del libro en una charla repleta de equilibrio y amor por las letras y que me han dejado gratamente sorprendido de la capacidad y variedad de su pluma. Por ello puedo afirmar que también es un hombre bueno y frutero. Gracias Antonio.

Otras obras y su cronología:

Año 2017:”Noches de Vigilia”
Año 2016: “Ilusiones” “El Autobús” “El Despertar” “Pinceladas en el Tiempo”
Año 2015: “El Soñador” “El Paraíso”
Año 2014: “El Taxista” “El Ruiseñor” “El Gran Almacén Comercial” ”El Banco”
Año 2013: “El Tren” “El Tiovivo” “Creadores de Sueños”
Año 2012: “Cuentos de Navidad” “Aproximación a la Cultura Andaluza”

5 comentarios:

  1. Antonio, leído tu libro testimonio de los crímenes silenciados, y aún peor , sometidos a la desmemoria y no recibir un digno enterramiento, que haga justicia. Sus familiares descansen en paz.

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  2. Muchas gracias a mis entrañables amigos, José Felix y Antonio, por la comprensión que habéis tenido con mi persona, siempre agradecido. Abrazos.

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  3. A veces la vida te da sorpresas,nada comparables con la que este ser humano nos deleita.
    Mi mas sincero agradecimiento por la invitación a mi primera presentación ,y a más,de tu ansiado libro.
    Enhorabuena y loco por volver a leerte.
    Un abrazo.

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