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sábado, 25 de diciembre de 2021

FELIZ NAVIDAD, gracias mamá y papá por aquella gran felicidad de nuestra niñez.

Cuando nací en esta bendita tierra y en un barrio, casi desterrado del resto de la ciudad, La Malagueta. Por no tener no tenía agua corriente, la mayor parte de las calles eran de tierra, y detrás del edificio de la Hidroeléctrica del Chorro estaba plagado de casitas de madera o de barro donde vivían la mayor parte de pescadores y familiares. A todos los trasladaron posteriormente fuera del barrio; además  el corralón al final de mi calle. Allí estaban mis amigos de siempre Isidro, Paco su hermana Tere, Tomasín y en la esquina con Fernando Camino mi amigo Antonio Burgos con los que jugábamos a diario, tras terminar las tareas del colegio al que fuimos. Era el Liceo Montesori que estaba en los Pisos de Cantó. 

Tras de edificio de H.del Chorro quedaban casitas de madera.
Calle Cervantes que atravesaba Maestranza y mi calle Arenal.

Al fondo La Farola, la fundición e M.Guzmán, una jábega y las casitas.

Crecí queriendo a mi barrio así me lo decía mi madre y a Málaga. Recuerdo, que era toda una odisea  recorrer el Paseo del Parque para subir por la calle Alcazabilla y La Victoria para llegar a la hora exacta al Colegio de los Hermanos Maristas. Me gustaba escuchar al atardecer de vuelta a casa el canto de los pavos reales que pululaban por la Alcazaba malagueña. 

Calle Victoria y a la derecha calle Agua. Al final el Colegio.

Otras veces subíamos al colegio en el autobús Municipal de “Malagueta Hospital Civil” y su conductor Paco “Pita”y nos dejaba en la Plaza de la Merced. De ahí al colegio andando los tres hernmanos. Siempre escuchaba un dicho del barrio que me confundía pero me encantaba. Por eso éramos diferentes, la gente decían ”Niña onde va tu tan compuesta” y la Mari respondía “Onde voy a ir... a Málaga”. 

Todo de tierra, sin casitas de madera y el inicio del Paseo Marítimo.

Por eso te das cuenta, el tiempo que ha pasado por mis malagueñas venas, donde esos ríos de sangre que brotan del corazón y parecen tener el verde y grana como muleta para poder lidiar con la vida. Recuerdo aquellas Navidades de los 50´s en Calle Arenal, la sopa de gallina, cocktail de gambas, que le gustaba a mi padre y los postres. Luego un poco de juego y a la cama, porque en aquel tiempo no llegaba Papa Noel, había que esperar al 6 de enero que era otra fiesta y muy grande. Eran otros tiempos, no solo diferentes sino mejores con diferencia. No por no tener responsabilidades en aquella época, sino por conformarnos con menos y ser una sociedad más limpia de espíritu y más unida por el esfuerzo y el trabajo. Solo tenía que ver las horas que mi padre dedicaba a su negocio.  
Mi padre y yo en el Amilcar matricula MA-1819 en Garaje Norte.

Es un honor ser boquerón. Mi padre me inculcó también junto a mi madre el amor por esta tierra. Además siempre me recordaba "se responsable, no faltar nunca a mi palabra, escuchar antes de hablar" y una norma que no he olvidado nunca ”Mi libertad termina donde empieza la de otra persona" y recuerda, me remarcaba “Donde fueres haz lo que vieres y si no te gusta recoge tus cosas y márchate”. 
Hoy después de muchos años sigo siendo un "boquerón"  malagueño.

Era un pequeño pero entrañable recuerdo aquellas inolvidables navidades que mis padres lograron que fueran inolvidables quedando grabadas en mi corazón, sobre todo sin los problemas y descalabros de hoy solo disfrutando del barrio con la familia y mis amigos de la calle Arenal. 
Bueno desde esta pantalla abierta a quien quiera conocer algo de lo que pueda enseñaros por mis vivencias, quiero daros las gracias y hoy compartir los datos que me envía YouTube y para la que estoy preparando un corto con el que deseo felicitar el fin de año y dar las gracias a todos y cada uno de los que pulsaron el botón para ver las cosas que cuento.

FELICES FIESTAS DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO





Recordar:
adiestroquijano@gmail.com
elmundodelmotormalaga@gmail.com

ESTOY PREPARANDO UN CORTO PARA SUBIRLO A YOUTUBEMUCHAS GRACIAS POR 

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