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Film in Málaga

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domingo, 29 de abril de 2018

Día Internacional de la Danza 2018

Felicidades, querida Danza, muchas felicidades en este tu merecido Día Internacional de la Danza en un mundo convulso, hostil, interesado, cruel y sin valores, donde prima la falta de interés por la cultura, el conocimiento y la búsqueda del equilibrio emocional. En resumen, donde reina la mediocridad, el pasa manos, el pelotazo y como se dice en mi tierra "la trincara". Pero tu amiga Danza, desde el principio de los tiempos nos acompañaste en todas y cada una de las manifestaciones, como grupos, como sociedad y como individuos. 
La danza nos acompaña desde el nacimiento del hombre.© Antonio Diestro
Gracias al movimiento emocional pusimos de manifiesto nuestros estados de ánimos para pedir, para reír, para llorar, en definitiva para poder dar rienda suelta a nuestros sentimientos, todo ello, con la danza por compañera. Eres compañera ideal de la cultura y academicismos que perfeccionan nuestra especie mejorando y madurando cada día.
La excelencia tiene nombre propio: Ruben Olmo
Hoy quiero expresar, en este tu día, mi más profundo agradecimiento y gratitud por ser fiel  al ser humano, por no abandonarlo desde el principio de los tiempos. Toda sociedad que se precie y tenga unos representantes con un mínimo de honestidad, no como los nuestros, deben apoyar las tradiciones, folklore e historia de nuestra cultura entre las que se incluye en conocimiento de la danza como transmisor de identidad, Es un baluarte del hombre porque nace en la necesidad de expresarnos y se ha convertido en una manifestación cultural con múltiples formas de mostrarse. De ahí su grandeza, capaz de generar nuestra propia admiración.
De regreso de Alemania, Marina Miguélez nos regalo su arte. © Antonio Diestro
David y Mª del Mar en el rodaje de un documental en La Malagueta. © Antonio Diestro
Llevo muchos años trabajando como fotógrafo y cineasta, por eso puedo afirmar que la Danza como expresión del cuerpo ya está con nosotros desde el nacimiento, si me apuran incluso en el silencio o en la quietud del equilibrio es tempo de danza

La danza me permite crear. © Antonio Diestro
Crear te permite el equilibrio entre soñar y vivir. © Antonio Diestro
Desde mi infancia, en el barrio malagueño de La Malagueta, donde ni siquiera teníamos agua corriente en las casas; a veces salíamos corriendo los niños cuando escuchábamos un trompeta y una “trupe” gitana colocaba una escalera en mitad de la calle terraza (Calle Arenal) donde a ritmo de una vieja caja como batería, subía una cabra para quedarse quieta en equilibrio recibiendo nuestros aplausos, mientras una joven ataviada la mayoría de las veces como los zíngaros, bailaba haciendo sonar la pandereta, artilugio donde luego pasaba para guardar las perras que le tiraran (dos reales o una peseta) desde los balcones.  
Mi entrañable y querido barrio de La Malagueta donde aprendí a querer a Málaga
Pero para ser honesto, he de agradecer infinitamente a mi madre todo el esfuerzo que realizó para abrir en mi alma la sensibilidad de ir amando poco a poco  la cultura en todas sus manifestaciones, entre ellas La Danza. Era una dama exquisita y amante de la cultura que nos mostraba esta faceta de mecenazgo, cada vez que estábamos junto a ella o trabajando los deberes del colegio en la mesa camilla que tenia en el comedor.
Paula Miguélez . © A. Diestro
 La verdad es que con ella aprendí a observar muchas de las manifestaciones culturales para crear mi camino en la búsqueda de una afirmación que conservo como persona. Me marcó una obra que me llevó a ver en el Teatro Ara, donde Angeles Rubio Argüelles mecenas de la cultura malagueña,  nos regalaba con sus representaciones, clases y muestras culturales un plus en aquellos años de esterilidad cultural. El actor, que me sacó al escenario para compartir como niño una escena. Aunque fueron unos minutos me pareció una eternidad. Era Enrique Guitar y la obra representada se titulaba “Las Manos de Eurídice”. Me impresionó de tal forma, que desde ese momento supe el camino que debía seguir: dar fe del arte en cualquiera de sus manifestaciones.

Mi hermana Rosa.© Antonio Diestro
Lo cierto es que era fácil, mi madre era una gran lectora y dibujante,  mi hermana Rosa una gran bailarina, que bailó muchos años en Alemania dando muestra de su arte. Pero a la que más debo es a Elisa, mi mujer, que me ha ido enseñando poco a poco la sensibilidad que mi alma tiene hoy para apreciar el arte de la danza en cualquiera de sus manifestaciones. Esfuerzo que también puso en mi hija Paola, primero como bailarina y ahora como profesora. Gracias Elisa por estas lecciones que hoy me permiten como fotógrafo y cineasta ver de otra manera este espacio grandioso de la cultura que se llama Danza. Es algo grande poder disfrutar del folclore, el flamenco, la danza española, danza contemporáneo y sobre todo del ballet clásico. Gracias porque sigo aprendiendo a diario.

Elisa y Paola, las admiro por lo mucho que aman la Danza. © Antonio Diestro
Por eso cada 29 de abril el mundo de las artes escénicas conmemora el Día Internacional de la Danza, establecido desde 1982 por el Comité Internacional de la Danza del Instituto Internacional del Teatro (ITI), con motivo del nacimiento de Jean-Georges Noverre (1727), bailarín y maestro considerado como el creador del ballet moderno.

Ohad Naharin ha sido el encargado de leer el manifiesto en Europa
Al igual que en otras ocasiones, esta celebración presenta como acto especial la lectura del mensaje mundial por el Día Internacional de la Danza, difundido en varios países y traducido en múltiples idiomas. Este año, al cumplirse 70 años del Instituto Internacional del Teatro, han sido seleccionados cinco mensajes, uno por cada región mundial definida por la UNESCO, donde Ohad NAHARIN, coreógrafo israelí, director artístico de la compañía de danza Batsheva y creador del  lenguaje del movimiento GAGA, ha sido seleccionado como representante por Europa.

Después de muchos años sigo aprendiendo a fotografiar Danza. © Antonio Diestro
Además sueño con crear nuevas formas que ensalcen la danza. © Antonio Diestro
Bailar, es ser en el momento. Es estar atento a las señales emitidas por las sensaciones y dejar que éstas se transformen en la esencia de cualquier sentimiento, cualquier forma y cualquier contenido. Pero sin olvidar nunca de donde venimos
Ester Carbonero hoy en FAMA.© Antonio Diestro
Cuando me preguntan de qué trata mi trabajo, lo primero que contesto es que trata de si mismo. Trata de cómo todos sus elementos se combinan para crear su propia narrativa. Una narrativa de danza del volumen, de la delicadeza, del uso del poder explosivo. La búsqueda del movimiento, de la organización y de la estructura. Reírnos de nosotros mismos, de la dinámica, de la exageración, de la subestimación, del vínculo entre placer y esfuerzo, y de la sublimación de la locura, de la pasión y de la fantasía que expresa cada bailarín hasta alcanzar una forma clara.

Malagueña, Ana Ramos, una realidad como gran bailarina.© Antonio Diestro
En su punto culminante, la danza puede llegar a ser sublime, aunque no alcance la perfección. Necesitamos resistirnos al pensamiento conservador y convencional que tiene raíces en muchos sistemas educativos y formativos de la danza, y sustituir las viejas ideas por otras nuevas y mejores. Además no olvidemos nunca de bailar un poco cada día…  

Trabajo terminado este año 2018 para Marina Miguélez. © Antonio Diestro
Además no olvidemos nunca de bailar un poco cada día... y cuando lo hagamos que no sea frente a un espejo. La Danza pone de manifiesto estados del ser humano y muestra las grandes posibilidades de entendimiento que pueden florecer si somos tolerantes y agradecidos por vivir. No consumamos la vida, es muy sencillo bailemos con ella y disfrutemos de nuestra existencia.

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