Pasa la furia "nietil", es decir, el agobio de felicitaciones de mis nietos en el "Día de los Abuelos" y volviendo a crudo devenir diario. Finalizado el suplemento de "Verano Motor"para el periódico es hora de tranquilizar el cuerpo y dedicarme algo de tiempo para mi alma. Es decir, terminada la obligación es hora de la devoción y me propongo relajarme y disfrutar que tampoco está nada mal.
En estas largas calurosas e interminables noches de verano, donde acostumbro, estando en el campo y sin luz que me moleste, a mirar el cielo y las estrellas, el imponente infinito del universo. Vuelvo a tener la sensación que por regla general tienen los astrólogos. Dicen que es la ciencia de la humildad y que razón tienen, porque en nuestro sin vivir constante no nos damos cuenta de la pequeñez del ser humano y nuestro entorno cercano en comparación con la inmensidad del espacio.
Nuestra casa, Málaga, es otro pequeño puntito dentro de la magnitud de esta fotografía |
Por eso, el otro día, buscando lectura y de esta forma intento aprender cada día algo nuevo. En la biblioteca encontré una obra que me sigue apasionando por su vigencia. Buen comunicador y extraordinario científico que supo poner en un lenguaje comprensible y asequible para la humanidad la transcendencia e importancia del cosmos. Carl Sagan y su obra completa es una fuente de consulta obligada para los que nos gusta interpretar a acercarnos a conocer nuestro entorno universal.
Un poco más alto comienza a vislumbrarse el azul de nuestro planeta Tierra |
La ciencia nos ha regalado en estos últimos días un conocimiento más cercano de Plutón y sus lunas. Un gran desconocido que la nave “New Horizons” ha fotografiado en su viaje al infinito, gracias a intelecto del hombre. Pero las sorpresas interestelares no paran porque a través del telescopio Kepler de la NASA se ha localizado una estrella roja y fría con tres planetas a 150 años luz que pueden ser muy parecidos a nuestro pequeño y frágil planeta. Es magnífico que el desarrollo del hombre nos lleve a conocer el magno universo cuando nuestra mente en solo unos siglos atrás, era un dogma que la tierra era el centro del universo.