Ya se entolda Calle Larios, colores y calores de agosto están entrando por la plaza de La Marina recorriendo rincones y callejuelas que nos invitan a buscar la sombra para disfrutar del tiempo de Feria. En los árboles suenan el cansino trino de las cigarras como protesta a que agosto aprieta con ”la calo”. Pero Málaga es diferente, su gente pone broche de oro a cada jornada de agosto porque saben que vistos el espectáculo de los fuegos artificiales, se abre la Semana Grande de la ciudad.
Todo listo para la gran Semana de la Feria de Málaga 2015 ©Antonio Diestro |
Málaga en su Feria de Agosto es un muestrario de ciudad abierta, cada rincón es una muestra del carácter de su gente, “se vive, se siente y se comparte alegría, tradición y cultura”. Es un rincón de España donde nunca te sientes extraño, su gente, si esa que tanto la pinchan, te integra y te pide que participes. Es algo que llevamos en nuestros genes los malagueños.
Rematando detalles para sentirnos cómodos en una ciudad amiga ©Antonio Diestro |
La Feria del Centro es un espectáculo de luz y colores, de compartir durante unos días la idiosincracia de ser malagueño con los que llegan, porque nos mostramos como somos: Abiertos como el puerto y dando luz como nuestra Farola.
La emblemática e histórica entrada del Hotel Miramar preside el acceso en el Real de la Feria ©Antonio Diestro |
Feria en el Centro, Feria en el Cortijo de Torres y Feria Taurina que más podemos pedir para mostrar todo un bagaje cultural que encierra esta bella ciudad. Una ciudad abierta al Mare Nostrum del que recibió su primer proceso creativo de los fenicios, para compartir posteriormente la historia con diversas culturas, que sin duda han dejado su sedimento. Una amalgama de pensamientos, filosofías y propuesta que nos han llevado a presentarla como la Capital Turística del Sur de Europa.
Pasear por mi barrio, La Malagueta, es respirar sensaciones para llenar el alma de cultura y saber popular en cada rincón ©Antonio Diestro |
Si paseas por mi barrio, La Malagueta en las tardes de la Feria, suena el ¡Ole! de la complicidad que sale del coso taurino y que tantas tardes de gloria ha otorgado a grandes figuras del toreo. Por los aledaños, mientras se torea en el ruedo todo es quietud, tranquilidad que solo se rompe con el intenso olor a jazmín en la biznaga malagueña que el biznaguero pasea con la penca en sus manos.
¡Ole! mi Málaga, ya llega su Semana Grande,
por eso se viste de largo
y en sus calles un requiebro de mujer
pone cuerpo a su belleza.